En el año 1959 levantó una capilla bajo la advocación de la Virgen de Fátima. Durante una de sus homilías realizó un sorprendente anuncio: “El año que viene inauguramos el Colegio Parroquial”. Esta afirmación no quedó en una simple promesa, sino que fue el comienzo de una esforzada tarea de promoción humana, ya que consiguió los terrenos para la construcción del Instituto con el apoyo de numerosas instituciones de nuestro medio como la Escuela de Aviación Militar, Fiat, Renault y Canteras La Calera. Las obras avanzaban a paso firme con el impulso del joven Párroco y la colaboración de su feligresía, que se contagió inmediatamente para que el proyecto fuera una realidad. El Instituto debe su nombre a la Parroquia, nacida con anterioridad por mandato de monseñor Ramón Castellano. Por la devoción que la Virgen de Fátima le inspiraba al Padre Allegri decidió consagrarla bajo su protección. El nivel primario comenzó a funcionar el 13 de marzo de 1961 en una casa alquilada en la calle Pasteur, mientras que el jardín de infantes lo hacía en una vivienda de la calle Victoria.

En el año 1959 levantó una capilla bajo la advocación de la Virgen de Fátima. Durante una de sus homilías realizó un sorprendente anuncio: “El año que viene inauguramos el Colegio Parroquial”. Esta afirmación no quedó en una simple promesa, sino que fue el comienzo de una esforzada tarea de promoción humana, ya que consiguió los terrenos para la construcción del Instituto con el apoyo de numerosas instituciones de nuestro medio como la Escuela de Aviación Militar, Fiat, Renault y Canteras La Calera. Las obras avanzaban a paso firme con el impulso del joven Párroco y la colaboración de su feligresía, que se contagió inmediatamente para que el proyecto fuera una realidad. El Instituto debe su nombre a la Parroquia, nacida con anterioridad por mandato de monseñor Ramón Castellano. Por la devoción que la Virgen de Fátima le inspiraba al Padre Allegri decidió consagrarla bajo su protección. El nivel primario comenzó a funcionar el 13 de marzo de 1961 en una casa alquilada en la calle Pasteur, mientras que el jardín de infantes lo hacía en una vivienda de la calle Victoria.

La concreción de estos proyectos no le impidió al Padre Allegri continuar con una intensa labor pastoral, dedicándose a la formación y asesoramiento de los grupos parroquiales de hombres, mujeres y jóvenes. La atención de los enfermos y la administración de los sacramentos eran tareas que ocupaban muchas horas de su tiempo, pero que realizaba con gran devoción y entusiasmo. El Instituto avanzaba también con paso firme, ya que en 1985 se inauguraba la primera parte del polideportivo, como respuesta a la necesidad de un espacio adecuado para las clases de Educación Física. En 1987 se inició la construcción del primer piso para el nivel terciario, con salón de actos, oratorio, sala de máquinas de escribir y dependencias administrativas. Comenzó su actividad en abril de 1991, con las carreras de Magisterio Superior y Profesorado en Educación Preescolar. Las primeras docentes egresaron en 1993. El 23 de enero de 1997 fue una fecha dolorosa para la comunidad de Fátima, ya que este día entregó su alma al Señor el Padre Allegri, nuestro querido Pastor, quien descansa en el atrio del Santuario parroquial. Su recuerdo y ejemplo perdura entre nosotros. Ésta es una breve historia de la comunidad a la que pertenecemos. El presente nos impulsa a continuar con el desafío de nuestra labor educativa, bajo el amparo del Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen de Fátima.